💧 ECONOMÍAS HÍDRICAS

El nuevo Orden Social y Económico del Siglo XXI 💧

ECONOMÍAS HÍDRICAS 💧

Después de estar un tiempo inactivo debido a la dinámica etapa que caracteriza el final del semestre y, al fin, de la propia carrera 🏆. Me vi en la necesidad de concentrar mis días en la elaboración de los proyectos finales y en el repaso de ciertos temas para la aplicación del examen del fin de carrera, “el famoso” CENEVAL.

Ahora bien, ya con el tiempo a mi favor, puedo retomar esta interesante mezcla entre un blog y una próxima newsletter.

Y, aprovechando que, los últimos meses, me la pasé gastando los ojos 👀 entre bases de datos, reportes y libros digitales con el objetivo de recolectar información que me fuera de utilidad para mi “Protocolo de Investigación” de la materia de Seminario de Titulación de la carrera de Finanzas. El cual, afortunadamente, ya quedó listo y fue un éxito.

Llegué a la conclusión de que, sería un desperdicio dejar arrumbado dicho trabajo en una carpeta de nombre “ESTA ES LA BUENA” 📁 en un rincón de mi laptop 💻.

Por ello, a continuación, compartiré ciertos puntos que considero importantes, interesantes y, en algunos casos, un tanto preocupantes respecto a lo aprendido, gracias a la investigación realizada 👇:

Economías Hídricas: El nuevo Orden Social y Económico del Siglo XXI 💧”.

Primero que todo, hay que tener en cuenta que, el agua ha sido el elemento vital de las sociedades humanas. Fue gracias a este recurso que grandes civilizaciones como la Mesopotámica, la Egipcia, la Griega, la Romana, la Azteca o la Maya (por mencionar algunas); pudieron edificar sus impresionantes urbes y, a la par, desarrollar su influencia y poderío en su respectivo espacio/tiempo.

No obstante, fue también debido a la falta de este recurso que la mayoría de los susodichos imperios/reinos fueron doblegados de la manera más devastadora.

Tal es el caso de la caída de la Gran Tenochtitlán.

Tenochtitlán caería el día martes, 13 de agosto de 1521.

Hernán Cortés y sus tropas lograrían hacerse con la victoria después de 93 días de cruenta batalla 💥 “sobre esta tan fuerte ciudad”, según palabras del propio Bernal Díaz del Castillo (conquistador español).

Los aguerridos Mexicas se defendieron día y noche; sin embargo, la hambruna, la sed y las enfermedades fueron debilitando, poco a poco las líneas de defensa y el cerco se fue cerrando.

Cortés había ideado una estrategia de sitio a la vieja usanza del arte de la guerra, cortando las líneas de suministro y agua dulce gracias a que, tenían bajo su control el lago de Texcoco. Contaban con 16 mil canoas y 13 bergantines, desde los cuales se emprendían ataques sobre la ciudad y sus ocupantes.

Batalla en la costa del lago de Texcoco durante el enfrentamiento en Colhuacatonco y la evacuación de Tenochtitlan en el Códice Azcatitlan.

El resultado final, ya lo conocemos, la estrategia brindaría sus frutos, obligando a los Mexicas a capitular (rendirse). De esta forma, se daba fin a un capítulo de la historia y daba comienzo a otra serie de acontecimientos que marcarían nuestra realidad.

Ahora bien, “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar 🔮”

Una vez abordado el ejemplo anterior, la frase anterior cobra especial relevancia debido a que, hoy en día, nuestra “civilización también se verá condicionada por la innegable y profunda interdependencia del agua con la #energía, los #alimentos y el cambio climatico” (Solomon, 2010).

Al fin y al cabo, el aseguramiento del agua 💧 será uno de los más grandes retos que enfrentarán las naciones de este Siglo XXI. Puesto que, tanto “gobiernos, como industria, y sociedad civil se encuentran ante un enorme riesgo de #escasez del agua, al mismo tiempo, de que, la demanda por la misma aumenta 📈, mientras que la oferta es cada vez más escasa 📉” (National Intelligence Council, 2020, pág. 1).

Y lo preocupante de la escasez del agua, que cada vez se vuelve más una realidad, —en parte— gracias a su relativo “fácil acceso” desde que dio inicio la Revolución Industrial. Dando como resultado que, una gran parte de las sociedades actuales den por garantizado el suministro de este vital recurso. Sin dedicarle mayor importancia al proceso y al costo detrás del sistema de agua potable de su vivienda, colonia y ciudad.

No obstante, cuando la cadena ⛓️ que garantiza el correcto funcionamiento se rompe ⚠️; es cuando logramos entender la importancia estratégica — y vital ♥️— de este recurso hídrico 💧.

De ahí que, a los pilotos de la Fuerza Área de los Estados Unidos, “durante su formación en el curso de Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape, se les enseña que pueden vivir semanas sin comida, pero solo días sin agua” (Young, 1996).

Y dicho de manera breve: Como sociedad es necesario re-valorar de manera consciente el agua. Hoy más que nunca, porque al ritmo que vamos encaminándonos. Hacerlo mañana sería demasiado tarde.

Sabiendo que, hoy en día, tenemos a nuestra disposición los datos (a un solo clic 🖱️ de distancia) y, también, tenemos una historia marcada de conflictos bélicos que se remontan a varios milenios debido a la falta de acceso del agua.

Y, sí, por mera curiosidad, nos damos a la tarea de investigar un poco respecto a este tema. Es posible darnos una idea de que, “la escasa y valiosa agua dulce, ha desempeñado un papel en los conflictos como factor agravante, en forma de objetivo, instrumento para un fin, o como un arma”. (Gleick, 2019).

Siglo XXI: El agua, el talón de Aquiles de las sociedades “ineficientes”.

*En este apartado, lo que más llamó mi atención fueron los números y las gráficas que hacen posible visualizar el tamaño del reto que tenemos por delante.

Al momento de observar nuestro más reciente periodo (XX-XXI). De 1900 a la fecha en la que escribo estas líneas de texto, la humanidad presenció un incremento de la demanda 📈 de este recurso, en muchas regiones del mundo 🌎, como resultado del crecimiento de la población (8 billones de personas) y la expansión económica 💸 (Gleick, P. & Iceland, C., 2018).

De hecho, sí, prestamos atención a la siguiente gráfica; vemos que las extracciones de agua dulce para la agricultura, la #industria y los usos #municipales, se ha multiplicado casi por seis desde 1900 (Ritchie H. & Roser M. 2015).

Con un simple vistazo a la gráfica 👁️🗨️, es claramente visible que la tendencia del consumo de agua dulce se volvía positiva conforme transcurría el tiempo. Sin embargo, también, es evidente que, dicho consumo de agua en el periodo de 1901 a 1934, tuvo un incremento del 49.15% a comparación con el incremento del 147.83% experimentado en el periodo de 1934 a 1968.

Estamos hablando que, según datos del Global International Geosphere-Biosphere Programme, el consumo de agua pasó de ser 1,001,227,847,427 m³ en 1934 a 2,349,150,276,457 m³ en 1968.

Esto equivale a un consumo 2.35 veces mayor 🆙 en un rango de tiempo prácticamente similar ⌛ (tres décadas).

En gran medida, este aumento en el consumo de agua dulce 💧 se vio influenciado gracias a la llamada “Revolución Verde” 🚜 que, no es otra cosa más que, el incremento en la producción del campo con el objetivo 🎯 de (Ceccon, E., 2008: pág. 21):

[…] generar altas tasas de #productividad agrícola 🌽 sobre la base de una producción extensiva de gran escala y el uso de alta #tecnología 💊.

Teniendo como principal soporte la selección #genética 🧬 de nuevas variedades de cultivo de alto rendimiento, asociada a la #explotación intensiva permitida por el #riego y el uso masivo de #fertilizantes químicos 💊, #pesticidas, #herbicidas, tractores 🚜 y otra #maquinaria pesada 🛢️.

Todo ello, propició un incremento general en el consumo de #agua y, hasta la fecha, únicamente hablando del sector de la #agricultura a nivel mundial 🌎, se destina, aproximadamente, el 70% del agua dulce extraída (Gleick, P.H et al., 2014).

Para dimensionar y entender más a profundidad esta realidad ...

Veamos la comparativa 👀 entre los siguientes tres países y la media global, según datos de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés): En el caso de Estados Unidos, ellos utilizan el 39.66% de su agua para la agricultura 🌾 como parte de las extracciones totales de agua dulce 💧; Canadá utiliza, el 7.41%; México, hacemos uso del 76.04% y la media global es de 71.28%.

Estamos hablando de que, en México, empleamos ≈ (aprox.) 4.76 puntos porcentuales más que la media global 🌎.

Ese 76.04% es una cifra sorprendente, sí analizamos con más detalle los números que posee cada país.

Tomando en cuenta que, según datos del The World Bank (2020), en el año de 2020, Estados Unidos contaba con 4 millones 058 mil 104 kilómetros cuadrados (km²) de tierras agrícolas; Canadá, por otro lado, tenía 577 mil 430 km² y México, por su parte, tenía 971 mil 380 km².

Lo impresionante de esto, es que, México, con un equivalente al 23.94% de las tierras agrícolas de Estados Unidos, consume prácticamente el doble de agua dulce 💧 en este sector.

Esto último deja claro que, en México, tenemos mucho #trabajo por hacer en el sentido de la #optimización y el uso consciente de este #recurso.

Mercado de Futuros del Agua 📈 💧

2020, fue un año en donde, las proyecciones económicas y los escenarios globales fueran desalentadores debido a la pandemia del COVID-19, y la subsiguiente crisis en la cadena de suministros y, por supuesto, la pérdida de empleos provocada por las cuarentenas obligatorias y la caída de la actividad económica a nivel mundial 📉.

Y en medio de esta serie de acontecimientos, el agua 💧, nuevamente, jugaría un papel importante.

Si bien, el consumo de esta, se vio disminuido 📉 tanto en los sectores educativo y comercial 🏬 —locales, centros comerciales y negocios de distinto giro— (Irwin, N. B., McCoy, S. J., & McDonough, 2021); gracias a la estrategia impuesta por la mayoría de gobiernos en la que, se buscó controlar y, en el mejor de los casos, prevenir el contagio.

A través de un plan de acción que consistía en el distanciamiento social, el uso de cubrebocas, el lavado constante de manos, así como, la limpieza de los lugares habitados y el aseo personal (World Health Organization, 2020).

Sin embargo ...

Esta modificación en los patrones de comportamiento de los individuos provocó un aumento 📈 del consumo de agua en las zonas residenciales 🏘️ (Irwin, N. B., McCoy, S. J., & McDonough, 2021).

Esto provocó que, desde el comienzo de la pandemia, el consumo diario de agua en los hogares estadounidenses tuviera un incremento 📈 en promedio de un 21%, lo que equivale a 24.3 galones al día, en comparación con febrero a abril.

En pocas palabras, según estos datos, sí cada uno de los 95 millones de hogares unifamiliares del país siguió esta tendencia, eso significó casi 2,500 millones de galones adicionales de agua consumidos cada día en EE. UU. (Phyn, 2020)

Fue en este mismo escenario que, el 07 de Diciembre de 2020, entraría en operaciones un mercado de futuros del agua 💧 en el estado de California, el cual, atraería la atención mundial (Kammeyer, C., 2021).

De cierta forma, este suceso hizo sonar ciertas alarmas 🚨 que, vistas desde una perspectiva lógica, cobran mucho sentido.

Si bien, la percepción social es que, se tiene un suministro "estable" y seguro de este recurso hídrico. Pero, lo cierto es que dicha realidad es cada vez más incierta, añadiendo el cambio climático a la ecuación.

Y, sí a esto le añadimos una realidad en donde el agua comienza a ser un bien que se compra o se vende en los mercados de futuros. Prácticamente los incentivos jugarán psicológicamente con los participantes de este mercado y estos últimos harán lo mismo con el precio de este recurso encareciéndolo aún más.

Convirtiéndolo en un solo margen de ganancia al final de cada día o temporada de operaciones.

Y esto, a la vez, distraera a las sociedades de las tareas urgentes que se tienen de por medio:

♦ La optimización de su uso;

♦ La purificación del agua; o bien,

♦ Brindar el acceso a la misma.

Y para muestra tenemos el incremento en el precio del contrato de futuros del agua, el cual se puede apreciar en la siguiente gráfica (Nasdaq Veles California Water)

Es por lo anterior que, comentarios como el realizado por Pedro Arrojo Agudo, cobran mayor relevancia:

“Me preocupa mucho que el agua se trate ahora como el oro, el petróleo y otras materias primas que se negocian en los mercados de futuros de Wall Street”.

Pedro Arrojo Agudo

Pedro, funge como Relator Especial sobre los derechos humanos al aguapotable y al saneamiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas.

Y ya, para finalizar, abordemos lo siguiente...

Del total del agua existente en el planeta Tierra, únicamente el 3% es agua dulce (NOAA). Y, de ese total de agua dulce existente, aproximadamente el 70% se encuentra retenida en forma de hielo, en los glaciares y casquetes polares, y el 30% restante está bajo la superficie de la Tierra (Shiklomanov, 1991).

Y, de acuerdo con un reporte realizado por el Banco Mundial (2016), titulado “El cambio climático, el agua y la economía”; se estima que, sí, no se adoptan las acciones pertinentes respecto al uso responsable y eficiente del agua. Este recurso empezará a escasear en regiones en las que actualmente es abundante y dicha escasez empeorará a niveles alarmantes en regiones en las que, actualmente, ya escasea.

De hecho, en la actualidad, alrededor de 1,600 millones de personas — ≈ el 20% de la humanidad—viven en países con escasez física de agua, y en sólo dos décadas esta cifra podrá verse duplicada (World Bank, 2016).

Gracias a los datos analizados con base a distintas fuentes documentales, se concluye que, principalmente, países en vías de desarrollo, entre ellos México, enfrentaran crisis sin precedentes debido a la escasez de agua dulce como resultado del uso excesivo y sin control de este recurso; el cual, en México se destina en su mayoría, para su consumo en la agricultura (76.04%), el uso doméstico (16.20%) o la industria (7.76%).

En nuestro país (MX), los recursos renovables de agua dulce per cápita han disminuido a una tasa del 8.32% en promedio anual durante el período de 1962-2018 y este comportamiento no muestra señales de recuperación, según se puede observar gracias a los datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2022).

Lo anterior, nos lleva a lo siguiente: Sí nuestra sociedad no modifica su comportamiento por uno enfocado a la sustentabilidad que, en términos simples (estrictamente enfocándonos en este recurso), significa, hacer un uso eficiente de los recursos hídricos, en especial en el campo mexicano (irrigación de cultivos).

En poco menos de medio siglo, el país experimentará una realidad de caos y violencia, mayor a la actual, debido a la desesperación y agonía que traerá consigo la falta de acceso al agua dulce.

En consecuencia, emergerán focos de conflicto en gran escala en las regiones que sufran de primera mano la falta de agua (principalmente regiones áridas y las grandes urbes del país). Ejemplos recientes como el acontecido en Boquilla, Chihuahua, donde autoridades federales (Guardia Nacional) y granjeros locales se enfrentaron por el control y aseguramiento de una represa, dejando dos personas asesinadas (Kitroeff, 2020).

Son una muestra fehaciente que, de no optar por la conservación y la sustentabilidad, nuestras Generaciones contemporáneas enfrentaran un panorama de guerra por el agua y la propia supervivencia.

Sí, llegaste hasta aquí, te agradezco tu tiempo e interés 😁.

⚜️ Por ahora, me despido. No sin antes, preguntarte ¿Tú qué opinas al respecto 🤔?

¡Nos vemos dentro de poco ☕!